Una de las consultas que más nos encontramos últimamente los profesionales de la salud, es aquélla relacionada con la dificultad para dormir y descansar.
Y es que, últimamente, nuestro descanso se ha visto alterado por una situación que genera pequeños problemas. Granitos, que sumándose uno a uno, originan una montaña de preocupaciones que nos quitan el sueño.
Pero, ¿Es insomnio realmente lo que estamos sufriendo?
El insomnio es un trastorno en el que se da una dificultad para conciliar el sueño, se producen numerosos despertares nocturnos, se obtiene un periodo de descanso inferior a 5 o 6 horas o un despertar precoz en la madrugada.
Uno de los puntos claves para conseguir un buen descanso es cuidar nuestro organismo:
‘Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo’
Y es que, el refranero español tiene más razón de la que nos creemos.
Cena ligero y con varias horas de antelación, ya que, toda comida copiosa justo antes de dormir, hará que tu digestión se mantenga en funcionamiento durante el periodo de descanso, restando calidad a tus horas de sueño.
Establece un horario con tus rutinas diarias
Intenta despertarte e irte a dormir siempre a la misma hora. Además, realizar siempre la misma rutina en las horas anteriores al sueño, hará que tu organismo entienda que se aproxima la hora de descansar.
Aunque suene a tópico, realizar ejercicio trae consigo multitud de beneficios, entre ellos un mejor descanso.
Realízalo, siempre que sea posible, al comienzo del día para activar tu cuerpo y afrontar el día con energía.
Evita cualquier ejercicio intenso a últimas horas del día.
Realiza una actividad de relajación como meditación, leer o escuchar música. Estas son actividades que no solo ayudan a relajar tu cuerpo antes de irte a dormir, sino también tu mente.
El uso de la pantalla del móvil, del ordenador, la televisión… antes de irnos a dormir, es conocido como «vamping». Un fenómeno que resta calidad a nuestro descanso.
Su efecto se produce a causa de la luz de las pantallas. Estas, hacen que nuestro cuerpo crea que aún es de día y dificulta la formación de melatonina, hormona encargada de regular nuestros ciclos del sueño.
Intenta evitar cualquier aparato tecnológico durante las dos horas antes de irte a dormir, tiempo que tarda el organismo en producir esta hormona.
Si aun poniendo en práctica estos consejos, sigues teniendo problemas para descansar, es el momento de consultar con un profesional y evaluar la existencia de cualquier patología subyacente.
¿Qué tratamiento podemos encontrar sin necesidad de receta médica?
En el insomnio por estrés, la clave está en disminuir esos niveles de estrés y ansiedad que estamos sufriendo.
Una de las alternativas más naturales, son los comprimidos de concentrados de plantas naturales (pasiflora, valeriana, melisa…). Estos ayudan a relajar el organismo y mantener un periodo de descanso prolongado.
Muchos laboratorios son los que ya apuestan por los comprimidos bicapa, que además de llevar los concentrados naturales en forma de liberación prolongada, también contienen melatonina, que se libera rápidamente para conseguir una mejor conciliación del sueño.
La doxilamida y otros antihistamínicos, también son efectivos en el caso del insomnio ocasional. Este actúa llegando al sistema nervioso central y ejerciendo su acción sedante durante 8 horas.
Debe tomarse unos 30 minutos antes de ir a dormir y mantener el sueño durante las 8 horas siguientes.
Y es que ya lo decía Walt Disney, «No duermas para descansar, duerme para soñar. Porque los sueños están para cumplirse».